El punto de cruz es un clásico de la costura, usado para embellecer los trabajos y darles un acabado preciso. Aquí te enseñamos 3 sencillos métodos para aprender a realizarlo, sin importar que seas principiante o avanzada en la costura.
El primer método es especialmente para principiantes, recomendamos usarlo para desarrollar nuevos trabajos. Lo primero que hay que hacer es un nudo al extremo del hilo, llevar la aguja del principio al final más o menos a 3 cm del punto de inicio, colocando el hilo sobre la misma línea. Después, subir la aguja hasta el frente de la tela, al punto de inicio del primer punto de cruz. Así, empezar a bordar hacia el nudo, asegurando cruzar sobre el hilo atrás cada puntada. Finalmente, cuando la puntada llegue al nudo, subir el nudo y cortarlo cerca de la tela.
Otro método sencillo para comenzar nuevos trabajos se trata de realizar un nudo más lejos.
Para iniciar, se debe hacer un nudo al extremo del hilo y llevar la aguja del frente hasta el dorso a algunos centímetros del punto de inicio. Entonces se empieza a bordar, para después subir el nudo y cortarlo. Después se debe dar la vuelta al trabajo, enhebrar la aguja con el hilo restante y tejer el hilo para asegurarlo.
El último método trata de coser por encima del hilo. Para comenzar, se debe llevar la aguja al frente de la tela, dejando 3 cm de hilo en el dorso. Después, sujetar el extremo del hilo contra el dorso de la tela en la dirección que se piensa bordar y realizar las primeras 4 puntadas por encima para asegurar que no se mueva el hilo. Se debe comprobar la cara trasera para confirmar que las puntadas cubren el hilo y cortar cualquier extremo sobrante antes de seguir bordando. Una vez que el trabajo esté empezado, se pueden asegurar los nuevos hilos tejiendo el hilo bajo numerosas puntadas cercanas al dorso.
Te recomendamos empezar a bordar desde el centro de la tela y trabajar hacia los extremos, de esta manera se evita el posible error de cálculo de quedarse sin tela.